Hace 2 años, en el comedor de la residencia católica de Yambio. Una gran mesa redonda rotatoria acogía al personal y a nosotros los cooperantes. Cada cual se servia y cada cual retiraba y lavaba su servicio. No había grupitos y la  conversación era abierta, como diríamos..una comida de buen rollo.

Hola, soy Edward Hiiboro, se presentaba alguien que buscaba un sitio para sentarse.

Así conocí al obispo de Tambura-Yambio.(Sudan del Sur)

En Yambio, ALDEVARAN, apoya la lucha por la ceguera en diferentes campañas oftalmológicas y se proyecta la realización de una pequeña clínica.

Este obispo dejó su impronta, sin saberlo y seguramente sin proponérselo en mí. Hoy al paso de los años me llega una de sus semanales hojas pastorales y me lleva a la reflexión aún a la distancia.

Es superviviente de los ataques y crímenes de grupos armados. A los 9 meses,quedó huerfano, sus padres fueron muertos por los rebeldes, huyó de la guerra con sus abuela a RCA y comienza su vida errante de un pais a otro, de un campo de refugiados a otro , de un campo de desplazados internos a otro…(Sudan, Congo, República Centroafricana..)

El sufrimiento, pobreza, inseguridad, inestabilidad, violencia y crímenes han llenado el día a día de su existencia. Bagaje más que suficiente para llenar de rencor y odio su corazón. Pero como el de muchos refugiados al rencor lo sustituye el perdón y al odio el amor.

Nadie diría que este hombre, de sonrisa amplia y eterna, modales sencillos y voz serena tiene una maestría en bioética, doctor en teología moral y derecho internacional , miembro del Club de Escritores de África Oriental y autor de múltiples artículos y libros , Presidente de la Conferencia Episcopal Conjunta de Sudan (Norte y Sur) y rector de la única Universidad que hay en Sudan del Sur, país de pobreza extrema y donde solo el 2% de la población (7,4 millones de habitantes) tiene estudios de secundaria.

Solo tiene un objetivo, la RECONCILIACIÓN. Trabaja con y por los refugiados sursudaneses (casi 2 millones en las zonas limítrofes) y por la paz.

A su lado ,eres el protagonista, te hace importante, te sientes grande, necesario… Para él solo existe “la persona”, da igual la ideología o religión, a todos los ama, y hoy tras conocer su hoja he sentido la necesidad de darlo a conocer, porque como él dice hay muchos.